viernes, 25 de noviembre de 2011

El partido que nunca se jugó

Vamos a dedicar la entrada de hoy a un partido de fútbol que nunca llegó a disputarse pero que, aún así, marcó el inicio simbólico de la Guerra de los Balcanes.

Día 5 de mayo del año 1.990. El muro de Berlín ha caído, la hoz y el martillo pierden fuerza en toda Europa del este y los antiguos satélites soviéticos empiezan a clamar por su propia identidad nacional. En este contexto llegamos al derbi de los derbis en la liga yugoslava: el Dínamo de Zagreb (croata) contra el Estrella Roja de Belgrado (serbio).

Delije
Un número cercano a 3.000 Delije (hinchas radicales del Estrella Roja) se desplazan hasta la capital de Croacia al mando de su líder, un hooligan llamado Arkan y sobradamente conocido por la policía. En Zagreb les esperan los Bad Blue Boys, el grupo radical del Dínamo.
Los ánimos están caldeados más por la inestable situación política que por la importancia del partido en sí misma, ya que el Estrella Roja tenía la liga ganada cuando acudió al estadio Maksimir en aquel 5 de mayo.

El contingente de Delije empieza a sembrar el caos en las calles de Zagreb. Por su parte, los Bad Blue Boys no se quedan atrás y contestan a los seguidores serbios oponiéndoles toda la violencia que son capaces de desplegar, lo que se salda con un largo día de disturbios por toda la capital croata antes de que ambos grupos radicales sean conducidos al interior del estadio en medio de un fortísimo dispositivo policial.
El estadio Maksimir, con 30.000 espectadores de capacidad, supera los dos tercios de su aforo... pero aún falta una hora para el inicio del partido y los hooligans, como siempre, se aburren. Arkan y sus Delije empiezan a entonar cantos nacionalistas serbios mientras los Bad Blue Boys tratan de contrarrestarlos gritando consignas pro-croatas desde el fondo opuesto.

Bad Blue Boys
Los jugadores de ambos equipos, entre los que se encontraban futbolistas como Robert Prosinecki (Estrella Roja) o Davor Suker (Dínamo de Zagreb), saltan al campo y la locura se desata. Los Delije empiezan a arrancar las vallas publicitarias y los asientos del estadio para lanzarlos contra los aficionados  no radicales del Dínamo, causando decenas de heridos mientras que la policía, mayoritariamente serbia, no interviene.
La grada de los Bad Blue Boys empieza a bullir clamando contra la actitud de los Delije  contra los aficionados "normales" del equipo croata y contra la pasividad de la policía mientras los jugadores del Estrella Roja, viendo el percal, enfilan hacia el túnel de vestuarios.
Viendo la retirada pacífica de su equipo, Arkan estalla y los Delije empiezan a sacar cuchillos, descendiendo hacia la grada general y apuñalando a decenas de aficionados mientras la policía contempla la escena sin decidirse a actuar. En vista de esto, los Bad Blue Boys bajan de su grada, pisando el césped del estadio Maksimir y emprendiendo una carga desenfrenada contra los radicales del Estrella Roja.

Es en este momento cuando la policía interviene tratando de abortar la carga de los croatas. Zvonimir Boban, futbolísta emblemático del Dínamo, la emprende a patadas con un policía mientras una avanzadilla de los Bad Blue Boys le rodea para protegerle.
La policía empieza a disparar cañones de agua contra el núcleo de los radicales croatas y los vehículos militares hacen acto de presencia en el césped. Viendo que los disturbios se les han ido completamente de las manos, los policías serbios deciden lanzar botes de gas indiscriminadamente sobre todas las gradas con la esperanza de evacuar el estadio, que, finalmente, se queda vacío.

Arkan y sus "tigres"
 ¿He dicho vacío? Bueno, eso no es del todo cierto. Sobre el césped y entre las gradas destrozadas yacen centenares de heridos. Las palizas y las puñaladas se han cobrado su saldo, pero ha sido el gas lanzado por la policía el que ha dado la puntilla provocando un sinfín de intoxicaciones y desmayos.

Esta es la historia del partido que nunca se jugó. Algo más de un año después, los Dejile y los Bad Blue Boys volverían a verse las caras, pero esta vez no sería en un estadio sino en un campo de batalla. La mayoría de los radicales del Dínamo se unió a la milicia croata mientras que Arkan se convirtió en un señor de la guerra y fundó su propio grupo paramilitar (los tigres de Arkan) con antiguos integrantes de Delije. Pero eso ya es otra historia... ¿o quizá no?

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